Desde que puedo recordar quise ser perfecta. Quería ser la niña más bonita, inteligente, siempre limpia y organizada.
Y ahora sé que eso vino en gran parte de mi propia historia y traumas, pero también de lo que escuchaba constantemente de mi familia y de la sociedad.
"Debes tener éxito", "Debes hacer algo con tu vida", "Debes ganar dinero" y, por supuesto, "Siempre debes estar haciendo algo, de lo contrario, eres una vaga". Todas esas creencias quedaron atrapadas en mi cabeza tan profundamente que todavía estoy tratando de desenclavarlas.
La idea de que TENEMOS que hacer esto o aquello está en todas partes y, lamentablemente, la mayoría de las veces está ligada a nuestro valor como persona, porque de alguna manera estábamos convencidos de que si no lo HACEMOS todo el tiempo, no valdríamos nada. Y ese fue mi mayor miedo.
No lo sabía en ese momento, pero estaba constantemente tratando de demostrarles a todos que era digna de amor y que no era una carga y la estrategia que encontré fue que TENÍA que trabajar duro, no solo trabajar constantemente, pero tenía que ser perfecto.
Así que los debería se convirtieron en una forma de vida para mí. Poco a poco, todo se convirtió en un deber, una obligación; incluso la cosa más pequeña, como limpiar la casa, lo tomé como un voto sagrado.
Pero la parte más triste es cuando las cosas que solía disfrutar, como escribir, también aparecieron en mi "Lista de deberes". Algo que fue mi refugio, mi terapia, la medía y comparaba y me encontraba pensando "Oh, debo escribir todos los días" "Debería poner al menos 2000 palabras al día en mi manuscrito" "Debería publicar un pensamiento inspirador o una entrada de blog cada x cantidad de tiempo ".
Y luego, por supuesto, no podía sentirme inspirada, las palabras salían en gotas en lugar de corrientes como solían hacerlo. Pero incluso peor que eso, comencé a sentir resistencia a escribir.
Todo en mi vida se trataba de Deberías y nada de placer, nada de VIVIR mi vida.
La razón por la que quiero hablar de esto es porque afectó mis niveles de ansiedad. Cada día que no cumplía con mis deberes, me sentía terrible conmigo misma; y los días en que fui muy "exitosa" y logré todo lo que estaba en mi lista de "cosas por hacer", terminaba con una migraña, debido a toda la presión que me estaba poniendo.
Me di cuenta de que eso no era saludable, no es así como quiero vivir mi vida, que no valía mi paz.
Así que aquí hay otra palabra: ELEGÍ darme más permisos, ser más flexible y vivir más en un lugar equilibrado.
Porque ciertamente tenemos algunos deberes, hay cosas en la vida que es importante hacer y la disciplina es una gran aliada, sin embargo, puedo experimentarla al lado del descanso, la relajación y por qué no, incluso un poquito de ocio. Lo que siempre me recuerda de una canción que habla de la importancia de tener estos momentos, porque es ahí donde la creatividad puede fluir más fácilmente. Entonces no es pereza, es una inversión en otro tipo de estado, una que también es valiosa en la vida.
Si queremos experimentar armonía, más paz, entonces podemos optar por abrazar más la filosofía "Dolce far Niente", porque como dijo Lao Tse en el verso 37 del Tao Te Ching:
sin embargo, no deja nada sin hacer.
Si hombres y mujeres poderosos
pudieran centrarse en él,
el mundo entero se transformaría
por sí mismo, en sus ritmos naturales.
La gente estaría contenta
con su vida cotidiana sencilla,
en armonía y libre de deseos.
Cuando la vida es simple
las pretensiones desaparecen;
nuestra naturaleza esencial brilla a través.
Cuando no hay ganas
todas las cosas están en paz.
Cuando hay silencio
uno encuentra el ancla del universo
dentro de uno mismo.
Ever since I can rememer I wanted to be perfect. I wanted to be the prettiest, smartest, always clean, always organized little girl.
An I know now that came much from my own story and traumas, but also from what I was hearing constantly from my family and from society.
"You must be succesful", "You must do something with your life", "You must make money" and of course, "You must always be doing something, other wise, you are just lazy". All of those beliefs got stuck in my head so deep, that I'm still trying to nail them out.
The idea that we HAVE to do this or that is everywhere, and sadly, most of the time it's linked with our value as a person, because we were somhow convinced that if we don't DO all the time, we are worthless. And that was my biggest fear.
I didnt'd know it at the time, but I was constantly trying to prove everyone that I was worthy of love and that I was not a burden and the startegy that I found, was that I HAD to work hard, not only constantly working hard, but it had to be perfect.
So the Shoulds became a way of life for me. Litlle by little, everything became a must, a duty; even the smallest thing like cleaning around the house I took it like a sacred vow.
But the saddest part is when the things I used to enjoy, like writing, appeared also in my "Shoulds list". Something that was my refuge, my therapy, became measured and compared and would find myself thinking "Oh I must write every day" "I should be putting at least 2000 words a day in my manuscript" "I should be posting an inspirational thought or a blog entry every this amount of time".
And then of course, I couldn't feel inspired, the words were coming out in drops instead of streams as they used to. But even worse than that, I started feeling a resistance to write.
Everything in my life was about Shoulds and nothing about pleasure, nothing about LIVING my life.
The reason why I want to talk about this, it's because it affected my anxiety levels. Every day that I didn't fulfill my Shoulds, I would feel terrible at myself; and the days that I was very "succesfull" and accomplished everything on my To-do list, I would end up with a migraine headache, from all the pressure I was putting on my myself.
I realized that's not healthy, that's not how I want to live my life, that was not worth my peace.
So here's another word: I CHOSE to give myself more permisions, to be more flexible and to live more in place of balance.
Because we certainly have some duties, there are things in life it's important to do and discipline it's a great ally, however, I can be experienced alonsigside rest, relaxation, and why not, even a little bit of leisure. Which always reminds me of a song that talks about the importance of having these moments, because it's there where creativy can flow more easily. So it's not laziness, it's an investment in another type of state, one that is also valuable in life.
If we want to experience harmony, more peace, then we can choose to embrace more the "Dolce far Niente" philosophy, because as Lao Tzu said on verse 37 of the Tao Te ching:
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