Como siempre lo he compartido, siento que los ataques de pánico y la ansiedad tienen muchas causas. Una de ellas es el trauma.
No sólo he obsevado que es una de las variables presentes, sino que con el tiempo voy confirmando cada vez más, que se trata del origen de estos episodios.
Quiero empezar por definir que trauma no es necesariamente una situación en sí, sino la forma en que me impactó el acontecimiento. Para algunos, un accidente simple no es nada terrible, siguen su vida sin ningún problema, pero para algunos de nosotros, pudo habernos marcado de una forma más profunda. Este es el trauma.
Tampoco tiene que ser un hecho trágico
como muchos se imaginan, a veces puede ser solo palabras, presenciar algo, o
hasta escuchar algo que le pasó a otra persona, puede quedar grabado en nuestro
inconsciente.
Nuestro sistema nervioso está hecho para la supervivencia, para protegernos; y en el momento en que ocurre un trauma, este maravilloso y complejo cableado graba todo detenidamente, incluisve nuestra reacción en el momento: si pudimos correr, si pudimos defendernos, si estábamos solos o si nos congelamos y no pudimos hacer nada. Todo eso queda como en nuestro "disco duro", nuestros órganos, nuestros músculos.
Después, podemos notar que hay una relación entre cómo reaccionamos frente a ciertas situaciones en el presente y nuestros miedos relacionados al pasado. Por ejemplo, si tuvimos situaciones traumáticas siendo bebés, o en la niñez temprana y no pudimos movernos, hablar o defendernos, es posible que experimentemos esas mismas sensaciones de adultos, o el miedo a que eso pase, no poder moverse o defenderse.
Sin importar cuál haya sido el trauma, a qué edad o cómo reaccionamos cuando ocurrió; siempre es posible sanarlo, liberarlo y para esto hay muchas técnicas.
TRE (Trauma Release Exercise) es un método para liberar emociones que han quedado atrapadas en el cuerpo. IFS (Internal Family Systems) nos ayuda a poder ir hacia las partes internas que todavía están heridas para ayudarlas de una forma compasiva, sin juicio y especialmente, a su propia velocidad; ya que al tratar algo tan delicado como el trauma, es importante hacerlo con paciencia, respetando el proceso de cada persona.
En la hipnosis o visualización, podemos acceder al inconsciente y al evento ocurrido, pero vivirlo desde otra perspectiva y con más herramientas emocionales.
Estas son sólo algunas de las muchas maneras que se puede tratar el trauma, la metodología queda a decisión de cada persona.
Lo más importante es recordar no presionarse y tratarse con compasión, ya que estamos trabajando con el origen de todo: el dolor. Si podemos ir a atender esas heridas, y ver el trauma como un aprendizaje, a notar que aún así logramos sobrevivir, que somos más fuertes de lo que pensamos, vamos a poder fortalecer nuestro sistema nervioso y a dejar de temer al dolor, ya que después de todo, es parte de la experiencia humana. Tanto el día como la noche, tienen su función y su encanto.